jueves, 26 de junio de 2008

Puntos Ciegos

  • El primer paso necesario para aumentar nuestra eficacia consiste en identificar una necesidad que debamos mejorar aunque esta conciencia pueda ser sumamente difícil de alcanzar.
    Los ejecutivos fracasados parecen mostrarse muy poco dispuestos a reconocer sus propios errores y desdeñan a las personas que osan señalárselos. Su
    resistencia es un claro ejemplo, de que no pueden hacer nada por cambiar las cosas.
    Una de las informaciones más difíciles de conseguir dentro del mundo empresarial es un "re-
    aprendizaje" constructivo y sincero de lo que estamos haciendo, especialmente de nuestros errores. Pasamos mucho más tiempo criticando los errores de las personas que haciéndoselos ver abierta y sinceramente... Parece como si existiera una especie de pacto fáustico, una confabulación que nos lleva a actuar como si todo estuviera bien, cuando en realidad no lo está.
    Siempre que alguien se comporta así en una situación determinada expresa los signos inequívocos de la existencia de un "punto ciego".
    A continuación enumeramos algunos de los puntos ciegos más comunes y costosos, determinados a partir de un estudio realizado por Robert E. Kaplan:
    Ambición ciega: compite en lugar de cooperar, jactancioso
    Objetivos poco realistas
    · Esfuerzo desmedido
    · Intromisión
    · Sed de poder
    · Necesidad insaciable de reconocimientos
    · Preocupación por las apariencias
    · Necesidad de parecer perfecto
    La
    función de estos puntos ciegos no es otra que la de impedir que la gente llegue a conocerse así mismos, puesto que tal cosa les obligaría a admitir algo, sus propios errores, que no están dispuestos a reconocer.
    Esto te hace que seas refractario a cualquier aprendizaje de la experiencia.
    Todos estos puntos ciegos son hábitos aprendidos y, en consecuencia, si tenemos alguna carencia en uno o en otro sentido, siempre podemos aprender a hacer mejor las cosas.

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